TOTAL ECLIPSE OF THE HEART cumple 40 años: por qué se considera la canción “más épica y con más garra”

28.02.2023

La creación de Bonnie Tyler y Jim Steinman rompió récords musicales en 1983 y hasta el día de hoy es recordada por varias generaciones

Lanzada hace 40 años, en febrero de 1983, esta aria gótica se convirtió en un éxito internacional sin precedentes
Lanzada hace 40 años, en febrero de 1983, esta aria gótica se convirtió en un éxito internacional sin precedentes

Un día de verano de 1982, el vocalista canadiense Rory Dodd fue convocado al estudio de grabación Power Station de Nueva York para prestar su voz a una canción que había sido escrita y producida por su colega y amigo Jim Steinman para la cantante galesa Bonnie Tyler.

"¡Jesús! ¿Dónde está el fregadero de la cocina?", gritó Dodd cuando escuchó la asombrosa mezcla final de la canción

La canción era "Total Eclipse of the Heart". Lanzada hace 40 años, en febrero de 1983, esta aria gótica se convirtió en un éxito internacional sin precedentes que traspasó los límites del melodrama en la música pop.

Encabezó las listas de Reino Unido, desbancando a Billie Jean de Michael Jackson, se convirtió en un éxito aún mayor en EE. UU., y se catapultó al número uno en varios países.

Tyler era una candidata poco probable para dominar de esta forma las listas, ya que su carrera se había estancado desde su éxito de 1977 "It's a Heartache".

Impresionada por el trabajo que Steinman había hecho componiendo y produciendo el álbum Bat Out of Hell (1977) de Meat Loaf, Tyler pidió a CBS Records que el compositor colaborara con ella en su siguiente álbum.

"La compañía discográfica pensó en ese momento que estaba loca", le dice Tyler a BBC Culture. "Jamás de los jamases pensaron que esto saldría". Pero Steinman accedió a trabajar con Tyler, ya que escuchó un potencial sin explotar en su voz, que comparó con el poder áspero de la de Janis Joplin

Steinman describió "Total Eclipse of the Heart" como un "delirio" sobre el lado más oscuro y obsesivo del amor y como "un exorcismo con el que podés bailar".

La canción se considera una de las power ballads (baladas poderosas, también conocidas como "lentos") más icónicas de la historia, y a menudo ocupa un lugar destacado en las listas retrospectivas junto con títulos de siempre como "Alone", de Heart; "Faithfully", de Journey; y "I Want to Know What Love Is", de Foreigner.

Es fácil entender por qué: la versión larga de la canción son siete minutos de grandilocuencia sin límite. Dodd, que ofrece las inquietantes partes vocales en las que canta "turn around" ("da la vuelta"), describe la unión de su lastimero tenor con el aullido ronco de Tyler como "La bella y la bestia", pero al revés.

¿Es una power ballad?

"No sé qué hacer / Y siempre estoy en la oscuridad / Estamos viviendo en un polvorín y echando chispas", se lamenta Tyler, quien habla sobre un enamoramiento romántico que la abruma hasta el punto de colapsar.

Tras el primer estribillo, una vorágine de tambores y explosiones elevan la canción hasta alturas apocalípticas. "Juntos podemos llevarlo hasta el final / Tu amor es como una sombra sobre mí todo el tiempo", ruge Tyler. En la palabra shadow ("sombra"), su voz se quiebra como un relámpago.

A medida que el ritmo se calma, Dodd tranquiliza al oyente con repeticiones en falsete del estribillo turn around, bright eyes ("da la vuelta, ojos brillantes"). Es ineludiblemente épica.

Pero ¿es "Total Eclipse of the Heart" una power ballad? El término se invoca a menudo para describir un subconjunto de rock y hair metal popularizado en la década de 1980: canciones de tempo lento que alcanzan alturas musicales, vocales y emocionales, impulsadas por riffs de guitarra y percusión atronadora.

Sin embargo, el término también fue asignado a canciones que no son de rock: la lista de The Telegraph de las 21 mejores power ballads incluye "Nothing Compares 2 U", de Sinead O'Connor; la lista de Smooth Radio incluye "I Have Nothing", de Whitney Houston; y en un artículo reciente para BBC Culture, Nick Levine describió la grabación de Houston de "I Will Always Love You" como "la última power ballad".

Llamar a cualquier balada potente power ballad generó en ocasiones la ira de periodistas musicales y de cultura, pero es el resultado inevitable de una etimología poco clara.

La teatralidad de las canciones de Bonnie Tyler dejó huella en la historia de la música
La teatralidad de las canciones de Bonnie Tyler dejó huella en la historia de la música

El experto en baladas y académico David Metzer asegura que el término ya se usó en 1970 en la revista Billboard para describir la música de Tom Jones y Engelbert Humperdinck, y nunca se ha aplicado exclusivamente a la música "rock".

Power ballad se entiende mejor como un término que, independientemente del género, describe canciones que se adhieren a una fórmula particular.

La clave de esta fórmula es la "escalada continua", escribe Metzer en la revista Popular Music, donde identifica a Barry Manilow como uno de los primeros en adoptarla a través de su producción pop de los 70.

"Teatralidad inherente"

Los implicados en el disco también admiten las limitaciones de la etiqueta power ballad. "Una cosa es hacer una gran power ballad, pero había algo único en las canciones que Jim escribía", afirma el bajista Steve Buslowe a BBC Culture.

El ingeniero de sonido John Jansen está de acuerdo, y considera que la canción es "más extravagante" que las poderosas baladas "corporativas" de la época. "No sé cómo describirlo", reconoce Tyler. "¡Me encanta cantarla!".

Según el archivo de Newspapers.com, parece que la prensa contemporánea nunca describió la canción como una power ballad, a diferencia de la música de Journey, Foreigner y Night Ranger. Esta etiqueta se aplicó de forma retrospectiva, quizás para dar sentido a lo absurdo.

Quizá no exista mejor término, teniendo en cuenta que la mayoría de las categorías musicales son un tanto reduccionistas. Pero, hay un argumento a favor de la singularidad de la canción

Freya Jarman, del departamento de música de la Universidad de Liverpool, explica a BBC Culture que la canción "claramente destacó en el universo sonoro de la radio de principios de la década de 1980, pero no surgió de la nada; más bien fue la culminación de varias influencias, todas convergiendo en una sola canción de una manera que la hace particularmente distintiva".

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"Es que yo soy así, no esperes de mí otra cosa". Detrás de esta expresión se esconde una personalidad rígida e inflexible que lejos de permitirse cambiar para mejorar la convivencia o incluso su bienestar, se obstina en reforzar las mismas conductas.