Suplementos y vitaminas para pasar sanos el invierno
Probióticos, vitaminas, calcio, magnesio... son algunos de los suplementos que ayudan a proteger el sistema inmunitario contra gripes y constipados.
Además, una buena alimentación más una suplementación ayuda a que el cuerpo se encuentre sano y con energía durante todo el día.
Los cambios de temperatura, la bajada de defensas o los constipados propios de estas fechas hacen que se agote la energía y que el cuerpo necesite un poco de ayuda. Cada nutriente que consumimos a través de los distintos alimentos de nuestra dieta tiene una funcionalidad dentro del organismo y es el buen funcionamiento general lo que protege de daños externos. En este caso de enfermedades ligadas al invierno, que pueden agravarse si el sistema inmunitario no está suficientemente fuerte.
Te presentamos los 8 mejores suplementos y vitaminas para plantarle cara el frío y mantener el cuerpo fuerte y sano en invierno. Eso sí, es importante no abusar de ellos y tomarlos sólo en determinadas situaciones y bajo supervisión:
- Probióticos:
tomarlos supone un apoyo al sistema digestivo y sistema inmunológico. Las
fórmulas de probióticos pueden estar compuestas por distintos microorganismos
activos, pero el más común es la bacteria Lactobacillus acidophillus.
- Complejo vitamínico
B: ciertas circunstancias o cambios bruscos de temperatura pueden provocar
un déficit de vitamina B por lo que además de conseguirla a través de los
alimentos, sería recomendable suplementarla. Un complejo vitamínico que incluya
un combinado de vitaminas B sería lo ideal ya que ayudará a fortalecer el
sistema inmunológico, evitando así el cansancio y la fatiga, además de
favorecer la concentración y contribuir a la producción de proteínas
esenciales.
- Magnesio: puede
encontrarse fácilmente en productos naturales como el trigo y otros cereales
como el arroz, las legumbres, los frutos secos, vegetales de hoja verde, etc.
Sin embargo, es bueno suplementarlo para obtener un mayor beneficio. El
magnesio se utiliza para conseguir energía, aumentar el rendimiento (tanto
diario como deportivo) y evitar los calambres musculares. Se puede encontrar en
distintos formatos, como carbonato de magnesio en polvo, magnesio en
comprimidos, o mezclado con otros componentes como el colágeno con magnesio.
- Calcio: del mismo
modo que el magnesio, este mineral es fácil de encontrar en los alimentos, en
este caso lácteos o vegetales de hoja verde, y ayuda a mantener unos huesos y
dientes sanos. A edades avanzadas suele necesitarse un extra de calcio, pero
siempre deberá ser prescrito por un médico, que será el encargado de reconocer
la necesidad de suplementar la dieta con calcio. Las formas en las que lo
podemos encontrar son carbonato cálcico o citrato cálcico.
- Vitamina D: la
vitamina D o también denominada "la vitamina del sol", ayuda a
mantener los músculos, huesos y dientes sanos, y también promueve un sistema
inmunológico sano. Además, sirve para absorber el calcio en el cuerpo. La falta
de sol en invierno, cielos nubosos y los días más cortos, hacen que la vitamina
D del cuerpo disminuya por lo que se recomienda usar suplementos en su formato
de vitamina D3.
- Vitamina C: ayuda
al sistema inmune, favorece la formación del cartílago y protege los vasos
sanguíneos. Una ingesta adecuada de esta vitamina ayuda a luchar contra
resfriados y gripes. Los suplementos de vitamina C de 1000mg contienen una
cantidad beneficiosa para la absorción de calcio en sangre.
- Cápsulas de té verde:
el té verde es rico en polifenoles que pueden favorecer el sistema
cardiovascular, la función cognitiva y la salud en general. Puede tomarse de
forma más clásica en una infusión.
- Cápsulas de ajo:
suplementar el ajo con cápsulas supone tomar todos los beneficios del ajo, pero
sin sabor ni olor. Ayuda a mantener la salud del corazón y de la circulación y
fortalece el sistema inmunológico.
Recuerda que incluir cualquier suplemento no sustituye a una dieta y estilo de vida saludable. Además, debemos tener mucho cuidado porque tanto un déficit como un exceso de ciertos nutrientes puede ser perjudicial para nuestra salud. Lo ideal es realizar una analítica completa y valorar nuestra alimentación con un nutricionista o endocrino para decidir si realmente nuestro cuerpo necesita incorporar alguno de los suplementos anteriores o tenemos que hacer algún cambio en la dieta para tomar de forma natural los nutrientes que necesitamos a diario.