Pantallas y miopía: una relación peligrosa para la salud visual
Según un estudio, las personas que están más de una hora por día frente a las pantallas tienen un 21 por ciento más de posibilidades de desarrollar este problema ocular.

En los últimos años se volvió cada vez más frecuente encontrar a personas que usan anteojos y que tienen miopía. Un metaestudio reciente, que revisó e incluyó 45 resultados de otros artículos, reveló que las posibilidades de desarrollar miopía aumentan un 21 por ciento si se supera la hora diaria de exposición a las pantallas. Incluso, los riesgos crecen significativamente si se está frente a una pantalla entre una y cuatro horas, y a partir de entonces el incremento es gradual.
Para llegar a esta conclusión, el equipo científico coreano investigó la asociación entre la exposición a dispositivos digitales, como los smartphones, las tablets, las consolas de juegos, las computadoras o la televisión, y la miopía incidente y su tasa de progresión. Los análisis se realizaron en personas de entre dos y diecinueve años.
El director de Centro de Ojos de Quilmes, Roberto Albertazzi explica a la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes: "La miopía es un error de refracción que hace que la visión sea borrosa. Lo que hace es acortar el punto próximo de acomodación, es decir, la distancia a la que el ojo utiliza la máxima acomodación y mantiene una imagen nítida. El inadecuado funcionamiento de este mecanismo lleva a la enfermedad miopía".
Los datos que arroja el estudio se suman a otros que ya han despertado las alarmas de los organismos de salud y los profesionales. Por ejemplo, el Instituto Internacional de Miopía calculó que el 30 por ciento de la población mundial sufría este problema visual en 2020 y se espera que llegue a la mitad de la población para 2050.
Carlos Kotlik, jefe servicio de Oftalmología del Hospital Notti de Mendoza, apunta: "Es importante remarcar las zonas que son estudiadas en estos trabajos. Hay lugares del mundo donde la miopía no avanzó tanto, pero hay otros como la parte oriental que sí. Por ejemplo, en Corea, China, Japón o Singapur, los niños estudian en las escuelas desde pantallas digitales, lo que hace que el ojo se vea afectado. Ahora bien, este no es el único factor que hace a una miopía".
Una visión a medias
En este sentido, María Angélica Moussalli, oftalmóloga del Hospital Italiano de Buenos Aires, explica: "La exposición a pantallas no es el único motivo. También este problema ocular puede ser hereditario, congénito o, incluso, puede ser axial, es decir que el globo ocular es más largo de lo normal".
Y continúa: "Justamente, la miopía axial está relacionada con el uso de pantallas a muy temprana edad. A muchos niños se los expone a un teléfono o tablet antes de los cinco años que es la etapa crucial del desarrollo del ojo. Para darnos una idea, un bebé no puede ver su mano si no se la pone en frente porque aún no desarrolló su vista. Si nosotros le damos una pantalla, le estamos pidiendo al ojo que se esfuerce y focalice en algo cuando aún no tiene la capacidad de hacerlo".
Agrega que la exposición a las pantallas funciona distinto en los ojos en desarrollo que los ya desarrollados. "Antes de los veinte años, la visión es mucho más lábil debido a la modificación que sufre por diferentes tipos de estímulos. La acomodación prolongada, es decir la condición que impide relajar los ojos, es un estímulo que provoca miopía y, si el ojo se está desarrollando, cuanto más estímulo tenga, más va a sufrir este problema ocular", manifiesta.
En este marco, el artículo aporta que el aumento de la miopía en las personas viene acompañado de un inicio más temprano, una progresión más rápida y una mayor gravedad. De hecho, indican que esto está acompañado de otras enfermedades que amenazan la visión, como la degeneración macular, el desprendimiento de retina y el glaucoma.
¿En camino a una sociedad miope?
La doctora Moussalli recomienda que lo ideal es que no se exponga a las pantallas a las infancias hasta los tres años; y de ahí hasta los cinco años que el uso sea hasta 20 minutos o una hora en caso que sea necesario. "A partir de los cinco años, hay que entender que la exposición ideal a pantallas es de veinte minutos, seguidos de otros veinte segundos de descanso. Lo máximo por día debería ser dos horas".
Por su parte, Kotlik agrega: "El gran problema también es la falta de luz. Necesitamos que las personas vuelvan a salir a la calle, a un parque, al aire libre, y dejen de estar en lugares encerrados con una pantalla. Esto permite que el ojo vea más allá". Además, el profesional agrega que otro modo para hacer que la visión descanse es utilizar la pantalla en blanco y negro.
Info: Luciana Mazzini Puga