La marca que está detrás de los 'buscas' de Hizbulá señala a un fabricante en Hungría: "Ese producto no era nuestro"

19.09.2024

El director ejecutivo de Gold Apollo, la firma señalada por estar detrás de los buscapersonas que explotaron simultáneamente en Líbano, afirma que fueron fabricados por una empresa europea que tenía la licencia para utilizar su marca

Restos de los buscapersonas que explotaron en Beirut expuestos en un lugar no revelado.AFP
Restos de los buscapersonas que explotaron en Beirut expuestos en un lugar no revelado.AFP

Muchos periodistas se concentraron el miércoles por la mañana en un gran parque de oficinas en la ciudad satélite de Nuevo Taipei, a media hora en coche de Taipei, la capital de Taiwán. Desde muy temprano, la mayoría de cámaras y reporteros aguardaban apretados en los pasillos de la tercera planta de uno de los edificios la llegada de Hsu Ching-kuang, director ejecutivo y fundador de Gold Apollo. Esta es la firma tecnológica señalada por estar detrás de la fabricación de los buscapersonas modelo AR-924 que explotaron en masa en Líbano.

"Ese producto no era nuestro", soltó Hsu delante de los micrófonos, asegurando que los buscas con explosivos que fueron detonados simultáneamente y a distancia por todo Líbano el martes, causando la muerte de doce personas, entre ellas ocho combatientes de Hizbulá, y dejando casi 3.000 heridos, habrían sido fabricados por una empresa europea que tenía la licencia para utilizar la marca Gold Apollo.

En un comunicado posterior, Gold Apollo desveló que esta empresa europea que había utilizado su marca se llama BAC Consulting KFT, y que tiene su sede en Budapest. "Según el acuerdo, autorizamos a BAC a utilizar nuestra marca registrada para la venta de productos en regiones específicas, pero el diseño y la fabricación de los productos están completamente a cargo de BAC. Sólo proporcionamos autorización de marca registrada y no tenemos participación en el diseño y fabricación de este producto", subrayaba el escrito de una compañía fundada en 1995, que cuenta con alrededor de 40 empleados y que está especializada en la fabricación de buscapersonas y pequeños dispositivos de comunicación inalámbrica utilizados en restaurantes, hoteles y eventos

El foco sobre Gold Apollo se puso después de que el New York Times y la agencia Reuters, citando a funcionarios anónimos, desvelaron que Israel había manipulado los buscas colocando pequeñas cantidades de material explosivo -de 28 a 56 gramos-junto a la batería de cada localizador. También se incrustó un interruptor que podía accionarse a distancia para detonar los explosivos.

"Somos una empresa seria. Lo que ha ocurrido ha sido una vergüenza", añadió Hsu, que se mostró muy nervioso delante de las cámaras. El Ministerio de Economía de Taiwán también publicó rápido un comunicado asegurando que no había registros de exportaciones directas de los dispositivos a Líbano.

"Está claro que los aparatos fueron modificados en Europa. Tiene que ser la empresa de Hungría la que debe dar explicaciones", comenta durante una conversación telefónica un funcionario del Gobierno taiwanés. Por los canales regulares, desde el Ministerio de Exteriores de la isla no responden a la solicitud de comentarios.

Por su parte, el gobierno dijo que la empresa húngara BAC es "un intermediario comercial, sin centro de producción ni de explotación en Hungría", según Afp.

"Los aparatos en cuestión nunca han estado en suelo húngaro", añadió el portavoz del gobierno Zoltan Kovacs en la red social X, y "este caso no supone ningún riesgo para la seguridad nacional".

En Taipei temen que todo este revuelo pueda sacudir a su próspera industria tecnológica, clave en las cadenas de suministro globales. Taiwán es el epicentro mundial de los semiconductores más avanzados, tan demandados porque son imprescindibles para alimentar prácticamente todos los productos electrónicos del mundo.

Aproximadamente dos tercios de las exportaciones de Taiwán, que representan alrededor del 70% de su PIB, la componen los productos electrónicos y maquinaria. La gran mayoría fabricados de los chips más modernos son producidos por una sola empresa, Taiwán Semiconductor Manufacturing Corporation (TSMC).

Los funcionarios taiwaneses están bastante incómodos por cómo la tormenta desatada en Oriente Próximo por las misteriosas explosiones de los buscas de Hizbulá, ha llegado hasta esta isla autogobernada que convive a diario con la amenaza de invasión de China. Taipei, que no mantiene relaciones diplomáticas con Israel, presume de mantenerse siempre al margen de cualquier conflicto ajeno a su frente con Pekín.

Pero en la guerra en Gaza, el Gobierno taiwanés, como acostumbra habitualmente, sigue lo que diga Estados Unidos, su principal valedor internacional y proveedor de armas, por lo que ha mostrado su apoyo total a Israel, tanto tras el ataque de Hamas, como en la sangrienta respuesta del ejército israelí.

Info: Lucas de La Cal - El Mundo

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