La extrema derecha vence en la primera vuelta de las legislativas, la izquierda resiste y Macron queda tercero

01.07.2024

Obtiene un 34% de los votos, según los primeros sondeos, que dejan al bloque de Macron en tercera posición, con un 21,5%

Por primera vez en la historia, la extrema derecha de Marine Le Pen se posiciona como primera fuerza política en Francia, tras vencer en la primera vuelta de las legislativas, según los primeros sondeos publicados tras el cierre de los colegios. Reagrupamiento Nacional, el partido de Le Pen, ha obtenido el 34,2% de los votos, doblando casi la cifra que logró en las legislativas de 2022. El bloque de izquierda, segunda fuerza política (une a socialistas, ecologistas, comunistas y La Francia Insumisa), logra un 29,1% y resiste bien, a pesar de las divisiones internas. Queda debilitado el bloque presidencial, el del centrista y europeísta Macron, con un 21,5%. En sólo dos años ha pasado de ser la primera fuerza política a ser la tercera. Son primeras estimaciones de voto del instituto Ifop para TF1 y LCI tras el cierre de los colegios.

Las urnas avalan a Le Pen, que hoy no tiene la mayoría absoluta que ansiaba, constatan la movilización de la izquierda y castigan a Macron. Dejan en vilo al país de cara a la ronda electoral definitiva, la del domingo que viene, que puede cambiar el paisaje político que había ahora: si la ultraderechista logra una mayoría absoluta (necesita 289 escaños) podría formar Gobierno. Sería la primera vez, tras años intentándolo.

De momento no los tiene. Según la proyección de Ifop, RN contaría con entre 240 y 270. La izquierda, entre 180 y 200 diputados, y el bloque presidencial, de 60 a 90. El bloque de Macron se quedaría con entre 30 y 50, según Ifop.

Emmanuel Macron, en un comunicado difundido por el Elíseo, ha pedido una "amplia unión democrática y republicana de cara a la segunda vuelta para hacer frente a RN" y ha dicho que la alta participación "muestra la importancia de este voto y la voluntad por clarificar la situación". La participación ha sido histórica, cercana al 70%, una cifra que no se veía desde los años 80.

"La democracia ha hablado" y las urnas "han borrado prácticamente al bloque macronista", ha dicho Le Pen, que ha comparecido desde Hénin Beaumont, en Pas de Calais, apenas 10 minutos después de conocerse los resultados. "La segunda vuelta será determinante", ha advertido.

El futuro de Francia se decidirá la semana próxima, en la segunda vuelta. Han pasado los candidatos que han logrado el 12,5% del apoyo de los votantes censados. Normalmente son dos, pero cuando hay alta participación, como es el caso, pasan tres porque es más fácil alcanzar ese 12,5%. Esto dispersa el voto, por lo que algunos, como la izquierda, han dado ya la consigna: retirar a sus candidatos que están en tercera posición para concentrar así el voto contra la extrema derecha.

Lo ha hecho Jean Luc Mélenchon, líder de la Francia Insumisa: "La consigna es clara: No más escaños para Reagrupamiento Nacional". El socialista Raphael Glucksmann ha pedido también "votar al candidato que sea que permita hacer frente a la extrema derecha".

Las urnas muestran un país dividido en tres bloques opuestos y sin mayoría muy clara. En las elecciones legislativas de 2022, la coalición presidencial logró un 25,7% de apoyos en la primera votación; la coalición de izquierda de Mélenchon, entonces agrupada bajo las siglas de Nupes, tuvo un 25,66 % y, en tercer lugar, Le Pen logró el 18,68% de apoyos.

Macron provocó un cataclismo en Francia al disolver la Asamblea hace dos semanas, tras el triunfo de la extrema derecha en las europeas del 9 de junio. Macron dijo entonces que buscaba "una clarificación" nacional. La que arrojan las urnas es esta: el esquema político que había ha saltado por los aires, se ha roto el escudo republicano que hasta ahora impedía ganar a la extrema derecha y las lógicas que han valido hasta ahora ya no sirven. Marine Le Pen ya no da tanto miedo y ahora al que se teme es al líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon. Le Pen, en su discurso esta noche, le ha llamado antisemita y ha advertido del peligro que supone que la izquierda pueda ganar el domingo.

Macron ha reunido esta tarde en el Elíseo al primer ministro, Gabriel Attal, y los jefes de los partidos aliados. Los sondeos le eran más adversos, le daban apenas un 20% de apoyos. Los Republicanos, partido de la derecha tradicional, ha conseguido un 10% de respaldo en las urnas. Su presidente, Eric Ciotti, decidió unirse a Le Pen en esta batalla, una línea roja para el partido. Las estimaciones para RN tienen en cuenta a Ciotti y sus aliados, pero no al resto.

En estos comicios se eligen 577 diputados, uno por circunscripción. Se habían presentado 4009 candidatos. Nunca el partido de extrema derecha ha tenido tanta presencia en el Parlamento y nunca ha estado tan cerca del poder. La izquierda, a pesar de las tensiones internas, sobre todo por la omnipresencia del polémico Mélenchon, ha logrado recomponerse.

En Francia planea más que nunca el fantasma de la cohabitación o el bloqueo. En el primer caso: la posibilidad de que Macron, centrista y europeísta, presida el país y Le Pen, euroescéptica, lo gobierne. Para que esto ocurra tendría que llegar a la mayoría absoluta. Macron tendría que formar un nuevo Gobierno que refleje el nuevo equilibrio de fuerzas parlamentarias.

Esta cohabitación ha ocurrido tres veces. Con el socialista François Miterrand como presidente y Jacques Chirac como primer ministro (1986-1988), después con Edouard Baladour (1993-1995) y con Chirac como presidente esta vez y el socialista Lionel Jospin como primer ministro (1997-2002).

Info: El Mundo