La crisis de Red Bull en la F1 se profundiza
El tenso cara a cara entre el mánager de Verstappen y un referente del equipo que dio que hablar. Tras el sexto puesto del piloto neerlandés, su representante tuvo un acalorado cruce con el asesor Helmut Marko

El Gran Premio de Barhéin no solo dejó un amargo sexto lugar para Max Verstappen, también desató un ambiente de alta tensión en el garaje de Red Bull en la Fórmula 1. Según un informe de Ted Kravitz, reportero de boxes de la cadena Sky Sports, el representante del piloto neerlandés, Raymond Vermeulen, protagonizó una acalorada confrontación con Helmut Marko, el asesor de la escudería austriaca, tras una carrera marcada por problemas técnicos y de rendimiento.
"Al final de la carrera, estaba esperando aquí a algunos directores de equipo y Raymond Vermeulen, el representante de Max, entró en el box de Red Bull y le dio a Helmut Marko lo que solo puede describirse como un sermón", relató Kravitz en su programa El cuaderno de Ted.
"Estaba discutiendo con Helmut Marko, que estaba ahí de pie, tomándoselo, y luego Raymond se fue furioso al fondo del garaje, quitándose el pase. Está claro que no están contentos", aseguró el periodista.
Esta situación reflejó la angustia que atraviesa el equipo tras un inicio de temporada complicado. Mad Max, quien tuvo una clasificación accidentada que lo dejó séptimo en la parrilla, solo pudo avanzar un puesto durante una carrera llena de incidentes, quedando a más de 30 segundos del ganador Oscar Piastri. Su compañero, Yuki Tsunoda, logró un noveno lugar, puntuando por primera vez en 2025, pero este pequeño destello no calmó los ánimos en el equipo técnico.
Tras la carrera, Helmut Marko habló sobre los problemas que enfrenta el equipo en declaraciones a la prensa. "Es un día muy difícil para Red Bull, eso es evidente para todos. Tenemos que recuperar el rendimiento del coche lo antes posible y también deben funcionar estándares como la parada en boxes. El coche no es el más rápido y además las paradas en boxes no funcionan. Eso es inaceptable", expresó el dirigente de 81 años.

El asesor de Red Bull profundizó en las preocupaciones del equipo: "Es muy alarmante. Sabemos que no somos competitivos y que habrá piezas en las próximas carreras que, con suerte, mejorarán. Tenemos muchos problemas. El principal es el equilibrio y el desplazamiento, y a raíz de esto supongo que surgieron los problemas con los frenos. Y luego el procedimiento habitual, como una parada en boxes, no funciona. Así que un problema se sucede tras otro".
Por su parte, Max Verstappen no ocultó su frustración al hablar con los medios tras la carrera. "Todo lo que podía salir mal, salió mal. El ritmo fue pésimo. Tenemos nuestros problemas, e incluso ganando una carrera, eso no desaparece. Así que seguimos discutiendo y seguimos intentando mejorar", comentó.
El neerlandés también lamentó el bajo rendimiento del RB21 y los contratiempos sufridos en las paradas en boxes, que afectaron tanto a él como a Tsunoda. "El ritmo fue muy malo, pero tampoco esperaba que lo fuera tanto. Eso probablemente lo hizo un poco peor, pero si miramos dónde acabamos, probablemente era lo máximo que podíamos hacer", concluyó Verstappen.
La preocupación escaló hasta tal punto que, según informaron medios especializados como Motorsport, Red Bull realizó una reunión de urgencia una vez que terminó el GP de Bahréin. En el cónclave participaron miembros importantes de la cúpula del team con sede en Milton Keynes: Christian Horner, jefe del equipo, Pierre Wache, director técnico, Paul Monaghan, ingeniero jefe, y el propio Helmut Marko
Los problemas mecánicos, sumados a una destacada actuación de McLaren, relegaron a Verstappen al tercer lugar del campeonato de pilotos, superado por los pilotos de la escudería inglesa: Lando Norris, líder de la tabla, y Oscar Piastri, quien se encuentra solo a tres puntos de su compañero. Esta situación aumenta la presión para Red Bull, que busca soluciones rápidas frente a un panorama que parece cada vez más incierto.