El FMI llevó el ajuste al Banco Nación
"El banco está desde algunas semanas en un estrés de liquidez", reconoce González Fraga
El duro ajuste monetario y fiscal que el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, y el ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne, acordaron con el Fondo Monetario Internacional ( FMI) también incluyó al Banco Nación, que está más acotado para expandir pesos a través del multiplicador del crédito. En concreto, el acuerdo con el FMI incluye una exigencia en la política de depósitos oficiales, que implica "no generar capacidad prestable para no deteriorar la política monetaria", según explicó el presidente de la entidad, Javier González Fraga.
"El banco está desde algunas semanas en un estrés de liquidez, que no está provocado ni por salida de depósitos ni por exceso de préstamos", reconoció el economista en una charla que mantuvo con un grupo de periodistas en la nueva sucursal digital que el banco inauguró en Palermo. "En el mundo no se da así; los depósitos oficiales están en el Banco Central y no generan expansión monetaria", admitió González Fraga, quien justificaba la indicación citando una frase de un colega: "es como que el BCRA es el freno y el Nación el acelerador".
Según destacó, la exigencia del Fondo no es categórica, pero sí les hace prever una situación de menos liquidez a futuro ya que tendrían que ir registrando una caída de los depósitos. "La indicación es que no deberíamos usarlo. Y esos depósitos están bajando ya que el Estado, en lugar de gastar los dólares que reciben, gastan los pesos", señaló.
En ese sentido, el lunes 12 de noviembre, durante la misión del Fondo en el país, los técnicos del organismo, con el italiano Roberto a la cabeza, visitaron a González Fraga en su despacho. "Hablamos de todo. Pero ellos ven como en el balance del banco los depósitos oficiales generan capacidad prestable en el sector privado", confió el presidente del gigante oficial.
Los fondos del Tesoro en el Nación representan un tercio de todos los depósitos que hay en el banco (a junio sumaban $859.038 millones), con lo cual el impacto en la liquidez será importante. "Estamos viendo de ir neutralizando esto y nos vamos a tomar dos años a lo mejor para neutralizarlo con una política gradual de prescindir de la capacidad prestable de la Nación", explica, y reconoce que una de las medidas que barajan es ir desprendiéndose de parte de los títulos públicos en cartera para hacerse de liquidez pero sin provocar una caída en los precios. "Es una situación que tenemos que resolver gradualmente, pero que no impide que el banco siga prestando", destaca.
Una devaluación "lograda"
Por otro lado, el titular del Nación destacó como en los últimos meses el Gobierno logró desactivar tres bombas, en un contexto externo desfavorable: el dólar, las Lebacs y el déficit fiscal primario y el de cuenta corriente. "Gran parte de estas tres bombas está desactivado, lo que no está completado es la consecuencia recesiva. Y va a seguir habiendo una situación recesiva por unos meses más", explica.
En cuanto al mercado cambiario, la visión de González Fraga es que el Gobierno permitió al mercado que haga una devaluación, sólo se limitó a acotarla y ve como un logro que el dólar se haya disparado. "En estos seis meses se ha logrado una devaluación enorme, para ser tomada con un gobierno democrático y con tipo de cambio flotante. Que se digirió a dos presidentes del BCRA y algún ministro pero dentro de todo fue logrado y con un que va a terminar siendo moderado", señala.
Lo que viene, según el banquero, son tres etapas de normalización: la cambiaria, "casi concluida pero que va a ser puesta a prueba cuando empiece a bajar la tasa", explica; la inflacionaria, que si se consolida en los próximos 60 días podría dejar una estimación de inflación creíble del 20% para 2019; y la baja en la tasa de interés, como consecuencia de ambas variables.