Detuvieron al presidente de Estudiantes de Río Cuarto: un camión de su empresa ingresó drogas, alcohol y teléfonos a la cárcel de Bower
Alicio Dagatti fue detenido en el marco de una megacausa por asociación ilícita, que ya tiene 17 aprehendidos
Si bien no sufrió con el descenso, Estudiantes de Río Cuarto no tuvo una buena temporada en la Primera Nacional. A diferencia de años anteriores, esta vez no logró clasificar para el Reducido que da el segundo ascenso a la Liga Argentina.
Pero eso no fue lo peor que le pasó en este cierre de temporada: ahora el León cordobés quedó bajo la lupa de delitos muy graves que llegan hasta el narcotráfico, ya que su presidente, el poderoso empresario Alicio Dagatti, fue detenido en el marco de una megacausa por asociación ilícita que lleva adelante el fiscal de delitos complejos Enrique Gavier y que ya tiene 17 aprehendidos, entre ellos altos mandos del Servicio Penitenciario cordobés. La detención además se llevó adelante el mismo día que el plantel profesional volvió de vacaciones y al mando del técnico Iván Delfino comenzó la pretemporada de cara a buscar el objetivo de subir de categoría en 2025. Ahora en el club reina la incertidumbre, ya que todas las decisiones pasan unilateralmente por la figura de su presidente.
Para entender la situación primero hay que contar quién es Alicio Dagatti. Oriundo de General Deheza, localidad ubicada en el departamento de Juárez Celman, a 200 kilómetros de la capital provincial, empezó de muy joven a involucrarse en el mundo de la carne. Y le fue muy bien, a punto tal que pasó de dueño de carnicería a propietario de tres frigoríficos.
Su perfil bajo cambió cuando asumió la presidencia de Estudiantes de Río Cuarto en 2015. Ahí también amplió su radio de influencia vinculándose a otros rubros, especialmente la comunicación, como dueño de medios gráficos, de Internet y audiovisuales. Desde ese lugar el club empezó a crecer cada vez más: en un año lo llevó de la Liga local al Torneo Federal y tiempo después a pasar varias rondas en Copa Argentina, donde llegó a jugar contra Boca, y a ascender a la Primera Nacional, donde ya lleva seis temporadas y el año pasado estuvo a nada de jugar la final del Reducido, aunque un gol sobre la hora de Deportivo Maipú de Mendoza lo privó de esa chance.
Su nombre así se hizo muy popular en la provincia mediterránea y ahora pensaba coronar tirándose un pleno al ascenso. De hecho, trajo nuevamente a Iván Delfino como técnico, el que en 2023 estuvo a punto de dejarlo en Primera, y prometió un ambicioso plan de refuerzos. Pero poco sabía Dagatti que desde 11 meses atrás era investigado por la Justicia por una causa escandalosa de asociación ilícita, que había comenzado en diciembre del año pasado cuando se descubrió un vasto organigrama de corrupción en el Servicio Penitenciario que le proveía a los presos de drogas, alcohol, psicofármacos y celulares con cargadores, auriculares y cables USB para hacer estafas virtuales y aprietes desde el penal de Bower, el más importante de la provincia. ¿Y por qué Dagatti quedó envuelto en esta causa? Porque un camión perteneciente a la empresa Livorno, uno de sus tres frigoríficos, que provee el servicio de comida al Servicio Penitenciario, fue requisado el 26/12/23 y le encontraron entre las medias reses todo lo que se enumeró en el párrafo anterior.
De entrada, la Justicia fue solo sobre el empleado que transportaba la mercadería, pero rápidamente la investigación determinó que era una red de corrupción alta que involucraba a buena parte de los funcionarios, a punto tal que el fiscal Gavier, a cargo de la causa, terminó procesando con prisión preventiva a 14 miembros de la cúpula, algunos de ellos con vinculación estrecha con la barra de Talleres de Córdoba, varios de cuyos miembros pasaron varias temporadas en el penal de Bower.
Así las cosas, el gobernador entrante Martín Llaryora debió nombrar un interventor, el ex fiscal general Gustavo Vidal Lascano, para reorganizar la institución. Pero Gavier no se quedó en esos presuntos responsables y siguió avanzando. En el más absoluto silencio y mientras Estudiantes se debatía por intentar ingresar al Reducido, tomó más declaraciones e intervino teléfonos. Y con prueba nueva, decidió ahora ir por el presidente del club de Río Cuarto y hombre tan poderoso que se planteaba lanzarse a la política para candidatearse a intendente en el próximo período eleccionario.
Por eso tomó de sorpresa el operativo realizado por la Policía Cordobesa que terminó deteniendo a Dagatti, a su hijo Ignacio, y al director de la empresa, Luis Mina, por el presunto delito de asociación ilícita.
El caso remite a otro club cordobés del ascenso, que en su momento también militaba en la Primera Nacional y terminó con su presidente directamente condenado por narcotráfico. Se trata de Pablo Esser, quien dirigía Sportivo Belgrano de San Francisco y recibió una pena de cuatro años de prisión en 2022 al ser encontrado partícipe secundario del comercio agravado de estupefacientes y lavado de activos en consonancia con un grupo narco manejado por el jefe de la barra de la institución, Brian Requena, quien recibió una condena de ocho años.
La causa se había iniciado en 2018, cuando el fiscal Luis María Viaut empezó a investigar una asociación ilícita de la que participaba la cúpula de la barra para proveer droga en toda la zona este de la provincia de Córdoba y el oeste santafesino con más de una decena de bunkers distribuidos estratégicamente, y con lazos con los grandes grupos narcos de Rosario, con la sombra de Los Monos omnipresente. Lo inusual para Viaut fue que, mientras iba cercando al capobarra, empezó a encontrar pruebas de que el financista por detrás de la operación estaba vinculado directamente al presidente del club, Pablo Esser.
Así, Esser se convirtió en el dueño de un poco prestigioso récord: ser el primer presidente de un club condenado por asociación ilícita vinculado al narcotráfico junto a la barra brava de la institución. Ahora Alicio Dagatti está a la espera de demostrar su inocencia y de no convertirse en el segundo nombre en esa lista deshonrosa.
Info: Gustavo Grabia