Cuáles son las virtudes humanas más importantes

12.09.2024

Las virtudes son cualidades de carácter que te acercan a la excelencia y que, además, te ayudan a alcanzar tu potencial humano. Aquí te las describimos, para que logres construir una mejor versión de ti.

Puede que hablar de las virtudes humanas o de "ser virtuoso" casi no tenga sentido o destaque entre los temas importantes de una actualidad tan compleja, cambiante y hasta distópica como la nuestra. Sin embargo, la filosofía lleva siglos considerándolas casi como esa piedra angular de la moralidad. Y para la psicología positiva, la virtud es un elemento nuclear en la comprensión de la felicidad.

Lo cierto es que, ahora más que nunca, es momento de valorar y de ejercitar estas cualidades. Son atributos que guían tu comportamiento, que te inspiran y promueven la armonía social. Estos principios éticos y morales te orientan para actuar de manera justa o bondadosa, para responder con equidad, para tener fe en momentos difíciles. Indaguemos un poco más, a continuación.

Virtudes humanas, importantes para el bienestar y el desarrollo

Las virtudes son cualidades o rasgos de carácter que funcionan como andamiaje en el bienestar humano y la convivencia social. Para Platón, Aristóteles o para el estoicismo, conformaban el camino de una vida ética y feliz. No te extrañará, por tanto, que la psicología se interesara en estas dimensiones, hasta el punto de dedicarles varias décadas de investigación.

Fueron Martin Seligman y su colega Chris Peterson quienes nos dieron una de las obras más conocidas en esta materia. Character strengths and virtues: A handbook and classification (2004) es el resultado de más de 20 años de trabajo. En sus páginas, profundizaron cómo cultivar este conjunto de características y cómo nos ayudan a interactuar con la vida de manera significativa.

Estas son las virtudes más importantes

Martin Seligman y su equipo estudiaron las diferentes tradiciones filosóficas, religiones y culturas de nuestro mundo, para deducir que existían una serie de virtudes que la mayoría teníamos en común. Son seis cualidades que integran las fortalezas, valores y principios morales más decisivos en tu realización personal y la convivencia social.

1. Sabiduría y conocimiento

Hace referencia a tu capacidad de adquirir y aplicar conocimiento de manera efectiva. Piensa que las personas sabias utilizan su experiencia y aprendizajes para tomar decisiones acertadas y ayudar. Es, por tanto, un área muy trascendente para tu vida y la propia sociedad en conjunto.

2. Coraje

Tener coraje es el ejercicio cotidiano que contribuye a enfrentar dificultades, peligros y desafíos de manera valiente. No importa que al final de esos recorridos tengas éxito o no, en realidad, es una manera de entender la existencia. El coraje es una actitud que complementa la perseverancia y la integridad en tus acciones y conductas.

3. Humanidad

Se trata de una virtud centrada en las relaciones interpersonales y en el cuidado de los demás. La humanidad es una de las cualidades más bellas y necesarias para construir una sociedad más ética, porque en ella se incluyen desde la empatía, la bondad y el amor hacia los otros.

4. Templanza

La templanza modera y controla los impulsos, deseos y emociones, a la vez que evita los excesos y mantiene un equilibrio en la vida. Desde un punto de vista psicológico, cabe señalar que es una cualidad medular, porque con ella regulas la conducta, tomas decisiones más acertadas y logras disponer de un adecuado autocontrol.

5. Justicia

Ser justos ocupa un lugar destacado entre las virtudes humanas más importantes. Gracias a la justicia, actúas con equidad, imparcialidad y respeto hacia los derechos de todos, para asegurar que cada persona reciba lo que le corresponde. Asimismo, esta virtud simplifica tomar decisiones basadas en principios éticos y legales, sin favoritismos ni discriminación, esforzándote por tratar a todos con igualdad.

6. Trascendencia

Esta dimensión conecta a las personas con algo más grande que ellas mismas, de modo que proporciona sentido y propósito en la vida. Abarca la apreciación de la belleza, la gratitud, la esperanza y la espiritualidad.

La psicología destaca también el papel de la autotrascendencia, y cómo este ejercicio ayuda a los seres humanos a afrontar e incluso prosperar en contextos de adversidad.

Más virtudes humanas que puedes practicar

Si bien este manual de Seligman y Peterson se publicó a inicios del 2000, en la actualidad, el interés por esta área sigue en auge. La investigación de la virtud se relaciona con el comportamiento prosocial y con la personalidad, de ahí la relevancia de seguir profundizando.

Hay más virtudes fundamentales que favorecen tu desarrollo personal y social, y que colaboran en crear una vida más equilibrada y significativa. Enseguida, las exponemos.

7. Honestidad

La honestidad es la cualidad de ser veraz, sincero y directo en tus palabras y acciones. Quien ejerce esta virtud no oculta la verdad ni intenta engañar, hasta cuando hacerlo puede tener consecuencias negativas. Asimismo, implica ser fiel a uno mismo, expresar lo que realmente se piensa y siente, así como desenvolverse atendiendo a esos principios.

8. Integridad

Cuando eres íntegro, te adhieres a un código moral o ético siempre de acuerdo con tus valores, así sean situaciones donde podría ser más fácil o conveniente hacer lo contrario. Dices lo correcto y demuestras una firme coherencia entre tus palabras y tus acciones.

9. Responsabilidad

Una persona responsable es consciente de las consecuencias de lo que hace y no duda en proceder con diligencia para cumplir sus deberes. La responsabilidad también supone una buena disposición para aceptar y aprender de los errores, sin culpar a otros por las fallas propias.

10. Respeto

El respeto es una virtud esencial para la convivencia en nuestra sociedad. De ella se desprende el reconocimiento y la consideración hacia la dignidad y los derechos de los demás. Se manifiesta en la manera en que tratas a las personas, las escuchas con atención, valoras sus opiniones y te comportas de manera educada y cortés.

11. Entusiasmo

Una virtud que inspira y que se contagia es el entusiasmo. Se trata de la manifestación de una actitud positiva y apasionada con la cual demostrar siempre una gran energía y motivación por alcanzar metas y superarte. Gracias a esta cualidad logras innovar, atraer el éxito y tener una mejor disposición a la hora de asumir retos y desafíos.

12. Sentido de propósito

El sentido de propósito es la virtud que te conecta con un objetivo mayor, así que da dirección y significado a todas tus acciones. Es la fuerza interior que te impulsa a perseguir metas que trascienden lo personal, alinear sueños con valores profundos y contribuir, también, con el bienestar de otros.

Piensa que cultivar esta cualidad te brinda motivación y resiliencia. Además, cada esfuerzo cuenta y cualquier desafío se alza como una oportunidad para crecer y dejar una huella positiva en el mundo.

13. Gratitud

Consiste en una actitud de aprecio y reconocimiento hacia las personas, sus acciones y hacia la vida misma. Gracias a ella, puedes centrarte en lo positivo y cultivar una mentalidad más optimista. La gratitud te conecta con los demás, ya que implica reconocer el impacto positivo que tienen en tu vida para expresarlo de manera sincera.

14. Generosidad

Estar dispuesto a dar algo de manera desinteresada, sin esperar nada a cambio, eso es la generosidad. Lo haces, por ejemplo, al compartir recursos, tiempo, conocimiento o apoyo emocional. Una persona generosa es movida por el deseo de contribuir al bienestar de otros, lo que fortalece los lazos sociales y promueve una comunidad más solidaria y unida.

15. Humildad

Ser humilde es una de las virtudes más nobles e importantes. Es la cualidad de ser modesto y consciente de las propias limitaciones, sin caer en la autocomplacencia ni en la soberbia. Mediante la humildad reconoces tus logros, pero también aceptas que siempre hay algo nuevo que aprender y que otros pueden tener habilidades y conocimientos superiores a los tuyos.

16. Perseverancia

La perseverancia es la capacidad de mantener el esfuerzo y la determinación a lo largo del tiempo, a pesar de los obstáculos. Esta virtud te permite seguir adelante en la búsqueda de tus metas, inclusive cuando los resultados no son inmediatos o las circunstancias, de pronto, se vuelven adversas.

17. Sentido de unidad

Hace referencia a esa disposición en el ser humano que valora la colaboración, la empatía y el compromiso colectivo. Por medio de ella, se busca siempre el bienestar común por encima de los intereses personales.

18. Autocontrol

Una persona con autocontrol no se deja llevar por las reacciones impulsivas, sino que actúa de manera reflexiva y consciente, alineada con sus acciones, con sus valores y metas a largo plazo. Es una competencia que aprendes con el tiempo y que, poco a poco, puede acabar definiéndote para traerte un gran bienestar psicológico.

19. Prudencia

La prudencia es la habilidad para evaluar de manera cuidadosa las opciones antes de tomar una decisión. Lo haces después de considerar las posibles consecuencias y riesgos asociados. Las personas prudentes proceden siempre con cautela y sensatez, evitan precipitarse y buscan el equilibrio entre lo que se desean y lo que es realmente posible o conveniente.

20. Vitalidad

El entusiasmo y la energía impulsan la vitalidad, vivir con pasión y alegría, abordando cada día con vigor y una actitud positiva. Es, a su vez, esa fuerza interior que te motiva para perseguir sueños, superar desafíos y disfrutar en plenitud.

21. Lealtad

La lealtad es la fidelidad y el compromiso con las personas, causas o valores a los que te vinculas. Ser leal es permanecer constante en tu apoyo y defensa hacia alguien, así sean tiempos difíciles o cuando podría ser más fácil u oportuno abandonar.

22. Paciencia

Suele decirse que la paciencia es la madre de todas las virtudes, y no es para menos. Te encuentras ante la capacidad de soportar dificultades, retrasos o molestias sin perder la calma ni el ánimo. Un individuo paciente es capaz de esperar sin frustrarse, pues comprende que algunas cosas requieren tiempo y que los resultados no siempre son inmediatos.

23. Amabilidad

Tratar a los demás con cortesía, generosidad y afecto es una de las virtudes más hermosas que los hombres y las mujeres pueden practicar. Piensa, además, que cuando eres amable creas un ambiente positivo y de apoyo, lo que fortalece las relaciones y promueve un sentido de comunidad y solidaridad.

24. Tolerancia

La tolerancia es esa cualidad que todos deberíamos ejercitar desde edades tempranas. Implica aceptar y respetar las diferencias, ya sean de opinión, cultura, religión o estilo de vida. Ser tolerante es entender que la diversidad es una parte esencial de la humanidad y que cada individuo tiene derecho a mantener sus propias creencias y comportamientos, siempre que no perjudiquen a otros.

25. Perdón

El perdón es una de las virtudes humanas más importantes, relucientes e inspiradoras. Abarca liberar el resentimiento, la ira o el deseo de venganza hacia alguien que nos ha hecho daño. En su lugar, apostar por la comprensión y la paz interior. Perdonar, eso sí, no significa olvidar o justificar la ofensa, sino no permitir que el dolor controle tus emociones y acciones.

26. Optimismo

Ver el lado positivo de las situaciones y esperar resultados favorables, es la actitud que persigue el optimismo. Un optimista, no es ingenuo, sino que se esfuerza en confiar en que las cosas mejorarán y en que los desafíos pueden superarse con esfuerzo y determinación. Esta es una de las virtudes que más destaca la psicología positiva.

27. Solidaridad

La solidaridad es el compromiso de apoyar y ayudar a los demás, sobre todo ante la necesidad o dificultad. Se basa en el reconocimiento de la interdependencia humana y en el deseo de contribuir al bienestar común.

28. Diligencia

Ser diligente es una virtud muy deseable por varias razones. La primera, porque te permite trabajar con esmero, cuidado y persistencia para cumplir con tus obligaciones y alcanzar objetivos de manera efectiva. Segundo, porque te ayuda a mantener un enfoque meticuloso y constante, en el que no tienen cabida las rendiciones.

29. Creatividad

La creatividad es una virtud y una cualidad que te facilita encontrar soluciones innovadoras a los problemas. Una persona creativa piensa de manera flexible y no convencional, al término que explora diferentes perspectivas y conexiones entre conceptos en apariencia dispares.

30. Flexibilidad

Para mejora tu bienestar psicológico, por muchas razones, apela a ser flexible. Contribuye a adaptarte a los cambios y a las nuevas situaciones de manera positiva y efectiva. Con esta virtud logras ajustar planes, actitudes y comportamientos según lo requieran las circunstancias, sin perder de vista sus objetivos principales.

Por otro lado, la flexibilidad también está vinculada a la resiliencia, ya que te permite enfrentar los desafíos con una mentalidad abierta y dispuesta a encontrar nuevas soluciones.

31. Cortesía

La cortesía es la expresión de respeto y consideración hacia los demás, a través de comportamientos amables y educados. Son personas que se esfuerzan por ser atentas, emplean buenas maneras y muestran respeto en todas sus interacciones.

32. Honradez

Una virtud excepcional es la honradez, porque permite manejarte con rectitud, justicia y respeto hacia los valores morales y las leyes. Gracias a ella, eres confiable, fiel a la verdad y evitas cualquier forma de engaño o corrupción. Ten en cuenta que ser honrado es fundamental en cualquier sociedad, ya que es la base de la confianza y la seguridad en las relaciones humanas y en las instituciones.

33. Disciplina

Ser disciplinado te ayuda a seguir un conjunto de reglas o normas de manera constante, y a mantener el enfoque en los objetivos a pesar de las distracciones o tentaciones. Alguien disciplinado posee, aunque parezca redundante, la autodisciplina necesaria para regular su comportamiento, gestionar su tiempo de manera eficiente y cumplir con sus responsabilidades sin necesidad de supervisión constante.

34. Determinación

La determinación es la firmeza de propósito y la capacidad de mantener el enfoque en los objetivos, a pesar de los obstáculos y desafíos. Un individuo determinado no se deja desanimar fácilmente, sino que persiste con tenacidad y resolución hasta alcanzar sus metas.

35. Misericordia

Mostrar compasión y perdón hacia aquellos que han cometido errores o se encuentran en situaciones de sufrimiento es lo que conocemos como misericordia. Esta virtud va más allá de la justicia, ya que contempla una empatía profunda y un deseo de aliviar el dolor ajeno, aunque la persona no lo merezca desde un punto de vista estrictamente legal o moral.

36. Equidad

Entre las virtudes humanas más importantes no puede faltar la equidad. Es saber tratar a todo el mundo con imparcialidad y justicia, reconocer y respetar sus derechos y necesidades. A diferencia de la igualdad, que supone tratar a todos de la misma manera, ser equitativo es reconocer las diferencias individuales y dar a cada uno lo que necesita para alcanzar el mismo nivel de éxito o bienestar.

37. Tenacidad

¿Te consideras una persona tenaz? Gracias a este atributo de carácter te mantienes firme y persistente en la consecución de un objetivo, así las circunstancias sean desalentadoras. En consecuencia, no te rindes, sino que sigues adelante con determinación, coraje y superas los inconvenientes con creatividad y esfuerzo.

38. Bondad

Imposible olvidarnos de la bondad en este listado de virtudes. Es la cualidad de ser respetuoso, generoso y considerado, obrando con benevolencia y buscando el bienestar ajeno. Es, de igual modo, preocuparte por los sentimientos y necesidades de quienes te rodean y tener la disposición de ayudar y mostrar empatía en tus interacciones diarias.

39. Autenticidad

La autenticidad te permite vivir de manera más plena y satisfactoria, ya que no te ves atrapado en la necesidad de cumplir con expectativas externas o de proyectar una imagen falsa. Ser auténtico también fomenta el respeto y la admiración de otros, puesto que la sinceridad es una cualidad que se valora en cualquier interacción.

40. Fidelidad

El compromiso y la lealtad con una persona, causa o idea, es el propósito de la fidelidad. A través de ella te mantienes constante y firme en el apoyo, por más que haya problemas o tentaciones. Ten en cuenta que una persona fiel no solo es confiable y constante, sino que también se mantiene adherida a sus promesas y obligaciones, ya sea en relaciones personales, laborales o en sus valores y principios.

41. Capacidad para cuestionar

La capacidad para cuestionar es una virtud humana muy necesaria en este mundo dominado por los medios y la hiperinformación. Gracias a ella, reflexionas de forma crítica sobre las noticias, ideas, creencias y normas establecidas. Buscas comprenderlas en profundidad y evaluarlas desde diferentes perspectivas.

Asimismo, con este enfoque no te limitas a aceptar las cosas tal como se presentan, sino que investigas, formulas preguntas y desafías las suposiciones, con el fin de alcanzar un entendimiento más claro y preciso.

42. Equilibrio

Ser una persona equilibrada es una virtud que te traerá gran bienestar. Te permite mantener la estabilidad y la armonía en diferentes aspectos de la vida, como el trabajo, las relaciones personales, el bienestar emocional, etc. Sabes cómo distribuir tu tiempo y energía de manera que cada área de tu existencia reciba la atención necesaria, sin excesos o negligencias.

43. Consideración

Alguien considerado muestra empatía y respeto en sus interacciones, y evita causar daño o incomodidad. La consideración es esencial para mantener relaciones sanas y armoniosas, ya que fomenta un ambiente de respeto mutuo y comprensión.

44. Tolerancia a la frustración

Al lograr una alta tolerancia a la frustración no te dejas llevar por la ira o la desesperación, sino que buscas soluciones y te adaptas con resiliencia a un contexto adverso. Es una virtud básica en este mundo tan complejo que no siempre es o responde como te gustaría.

45. Discreción

La discreción es la cualidad de comportarte siempre con respeto y cuidado. También, procurar mantener la confidencialidad cuando es necesario y evitar comportamientos que puedan ser inapropiados.

46. Tener tacto

Esta es la virtud de comunicarse y actuar con delicadeza y consideración, sobre todo, en situaciones sensibles. Implica, a su vez, tener la capacidad de entender cómo tus palabras y acciones pueden afectar a los demás, de modo que hay que elegir con cuidado lo que dices y haces para evitar herir o incomodar.

47. Gentileza

Ser gentil es mostrarte de manera amable, cortés y considerada en tus interacciones. Significa saber demostrar una disposición genuina para ayudar y apoyar.

48. Amor propio

El amor propio es una virtud que funciona como un poderoso músculo para tu salud psicológica. Permite respetarte y reconocer tu propio valor para atender como mereces todas tus necesidades emocionales, físicas y espirituales.

Una persona con amor propio se acepta tal como es, con sus fortalezas y debilidades, con sus virtudes y defectos, y se esfuerza por mantener un equilibrio saludable entre sus deseos y sus obligaciones.

49. Altruismo

El altruismo es la disposición de obrar en beneficio de los demás, a veces, a costa de los propios intereses o comodidades. Cuando alguien responde de forma altruista, lo hace preocupándose por el bienestar ajeno y está dispuesto, siempre que pueda, a hacer sacrificios para ayudar a quienes lo necesitan, sin esperar nada a cambio.

50. Serenidad

La serenidad es el estado de calma y tranquilidad interior que contribuye a mantener la paz mental y emocional, aunque las situaciones sean estresantes o difíciles. Esta es una de las virtudes humanas más útiles para tu bienestar y convivencia, porque facilita el disponer de una mayor claridad en la mente, tomar mejores decisiones y tener una vida más equilibrada.

Ser virtuosos para vivir mejor

Las virtudes son esas cualidades que te elevan y te inspiran a ser la mejor versión de ti, y a tocar el alma de los demás con más amor, compasión y autenticidad. Cuando cultivas en tu día a día la bondad, el coraje, la perseverancia y otras cualidades, te conectas con lo más profundo de tu ser y con quienes te rodean.

Son dimensiones que te transforman, te hacen más humano y te permiten convivir con mayor respeto en sociedad. Y la psicología y la filosofía las profundizan, porque actúan como ese latido interno que nos confiere la fuerza necesaria para estar más unidos y ganar en bienestar.

Info: Valeria Sabater. Psicóloga