Cómo cerrar la terraza e integrarla en la decoración
Una de las obras más comunes en las viviendas de pisos es cerrar las terrazas y balcones que tienen poco uso y que terminan siendo los trasteros exteriores de la casa. Quizás es una obra que llevas pensando hace tiempo... Para animarte, te enseñamos 5 ideas de cómo cerrar la terraza e integrarla en la decoración del resto de la vivienda, creando un nuevo espacio versátil y útil.
Balcón revestido con madera
Una de las decisiones más importantes que vas a tomar es qué revestimiento vas a poner en estos nuevos metros añadidos a la cocina o al salón. Puedes optar por unificar con los materiales del interior, o por el contrario, romper armónicamente, como en el caso de este balcón, que se revistió por entero con tablas de madera laminada. Una excelente solución, y muy cálida, para dotar al nuevo espacio de personalidad propia.
Terraza cerrada pintada
En este otro caso, se optó por una solución low cost. El revestimiento exterior de ladrillo se pintó de blanco, en tanto la carpintería de las ventanas se laqueó en un suave azul celeste. El resultado: un espacio para comer y estar muy cómodo y confortable, donde el blanco potencia la luz que penetra por las ventanas.
Terraza convertida en comedor junto a la cocina
Muchas cocinas cuentan con una terraza anexa para tender, que puedes convertir en una zona para comer a diario, y que, gracias a su acristalamiento, será un espacio muy luminoso y calentito. De este pequeño office nos han encantado las baldas estrechas, que sirven para apoyar libros con portadas de diseño, y la mesa hecha con dos tablas de madera redondas y un tubo, a modo de bobina.
El balcón es ahora el chill out
¿Y si convertimos el balcón en el espacio chill out de la vivienda? Mira qué idea tan sencilla, hecha a partir de una plataforma que esconde cajones, un colchón y muchos cojines. En este caso, la intensa luz que entra por el balcón cerrado se tamizó con persianas blancas, para crear un ambiente más íntimo que, incluso, te permita echarte una siesta.
Una zona extra para el salón
Cuando el salón no es muy grande y cuenta con una terraza que casi no se usa, lo más aconsejable es cerrarla para crear un espacio extra y así desahogar la zona interior. La pared que recibe las ventanas es de tablillas de madera pintada de blanco, y la del fondo, para seguir con el estilo rústico de la decoración, se cubrió con un papel pintado que imita tablones desgastados. El resultado tras las obras es una zona de lectura independiente dentro del salón.