3 preguntas sobre cómo el triunfo de Trump en EE.UU. puede cambiar el mundo

07.11.2024

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca está llamado a remodelar la política exterior de Estados Unidos, prometiendo cambios potencialmente radicales en múltiples frentes mientras la guerra y la incertidumbre se apoderan de algunas partes del mundo.

Donald Trump se declaró ganador de las elecciones en Estados Unidos tras la clara ventaja que tiene sobre Kamala Harris en la carrera por la presidencia.
Donald Trump se declaró ganador de las elecciones en Estados Unidos tras la clara ventaja que tiene sobre Kamala Harris en la carrera por la presidencia.

Durante su campaña, Trump hizo promesas políticas generales, a menudo sin detalles concretos, basadas en los principios de no intervencionismo y proteccionismo comercial, o como él dice "América primero".

Su victoria supone uno de los cambios más significativos en la forma en que Washington aborda los asuntos exteriores en medio de crisis paralelas desde hace muchos años.

A partir de sus comentarios durante la campaña y de su trayectoria en el cargo de 2017 a 2021, podemos reconstruir parte de su probable enfoque en diferentes áreas.

Y contestar algunas preguntas clave.

¿Seguirá Trump apoyando a Ucrania?

Donald Trump lleva mucho tiempo criticando los miles de millones de dólares de ayuda militar estadounidense que han llegado a Ucrania desde la invasión a gran escala de Rusia en 2022.

Trump, que elogió públicamente al presidente ruso Vladimir Putin durante su presidencia, se comprometió a poner fin a la guerra "en 24 horas" si es elegido.

Cuando se le preguntó cómo, sugirió supervisar un acuerdo, pero se ha negado a dar detalles concretos. En cualquier caso, el comentario ha suscitado el temor de que podría presionar a Ucrania para que ceda territorio a Rusia.

Un documento de investigación escrito por dos de los antiguos jefes de seguridad nacional de Trump en mayo decía que EE.UU. debería continuar su suministro de armas a Ucrania, pero condicionando el apoyo a que Kiev inicie conversaciones de paz con Rusia.

No está claro hasta qué punto el documento de los ex asesores representa el pensamiento del propio Trump, pero es probable que nos dé una guía sobre el tipo de asesoramiento que recibirá.

Por otro lado, el proyecto de ley que incluía US$60.000 millones de ayuda militar para Kiev se paralizó durante meses en el Congreso estadounidense por sus partidarios republicanos, aunque no dijo gran cosa cuando finalmente se aprobó en abril.

Sin embargo, uno de sus aliados, el primer ministro húngaro Viktor Orban, dijo que Trump "no dará ni un centavo" a Ucrania de ser elegido, después de reunirse ambos en Florida en marzo.

Cuando se le preguntó sobre los comentarios de Orban, Trump dijo a la revista Time: "No daría (dinero), a menos que Europa comience a equipararse (con lo que da Estados Unidos)".

Dijo que iba a "tratar de ayudar a Ucrania", pero que Europa "no estaba pagando su parte justa".

El recorte de la ayuda militar tiene eco entre los votantes republicanos. En una encuesta publicada el 8 de mayo por el Pew Research Center, el 49 % de los republicanos encuestados dijo que Washington estaba gastando demasiado en Ucrania, en comparación con el 17 % de los votantes demócratas.

Michelle Bentley, experta en relaciones internacionales de la Royal Holloway University de Londres, dice que los mensajes de Trump ya podrían estar teniendo un impacto más allá de los votos en el país, ya que Putin "puede sentirse envalentonado ahora.

¿Retirará Trump a Estados Unidos de la OTAN?

Su enfoque de "Estados Unidos primero" para poner fin a la guerra también se extiende a la cuestión estratégica del futuro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

La alianza militar, creada tras la Segunda Guerra Mundial y, originalmente, como baluarte contra la Unión Soviética, hoy está formada por 32 países, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia.

Y es uno de los temas que Trump odia.

Como presidente, a menudo amenazó con retirar a Estados Unidos de la organización si otros miembros no cumplían con el objetivo acordado de gastar el 2 % del producto interno bruto (PIB) en defensa.

Según las reglas de la OTAN, cualquier ataque a un país miembro se considera un ataque a todos los países del bloque.

Pero en febrero de este año, Trump dijo que no protegería a un país que "no pagara" y que alentaría a Moscú a hacer "lo que les dé la gana" con él.

En la página web de su campaña electoral se reseña que su objetivo es "reevaluar fundamentalmente" el propósito y la misión de la OTAN.

Algunos de sus aliados sugieren que su línea dura es sólo una táctica de negociación para conseguir que los miembros cumplan las directrices de gasto en defensa de la alianza.

Pero la realidad es que los líderes de la OTAN estarán seriamente preocupados por lo que su victoria significa para el futuro de la alianza y por cómo perciben su efecto disuasorio los líderes hostiles.

Trump promulgó políticas fuertemente proisraelíes, declarando Jerusalén capital de Israel y trasladando allí la embajada estadounidense desde Tel Aviv.
Trump promulgó políticas fuertemente proisraelíes, declarando Jerusalén capital de Israel y trasladando allí la embajada estadounidense desde Tel Aviv.

¿Cómo será la política de Trump con Israel y en Medio Oriente?

Al igual que con Ucrania, Trump ha prometido llevar la "paz" a Medio Oriente, dando a entender que pondría fin a la guerra entre Israel y Hamás en Gaza y a la guerra entre Israel y Hezbolá en Líbano, pero no ha dicho cómo.

Ha dicho en repetidas ocasiones que, si él hubiera estado en el poder en lugar de Joe Biden, Hamás no habría atacado a Israel debido a su política de "máxima presión" sobre Irán, que financia al grupo.

Durante su presidencia, Trump fue un abierto defensor de Israel y su gobierno de derecha. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó a Trump de "mejor amigo que Israel ha tenido nunca en la Casa Blanca".

En la Casa Blanca, Trump promulgó políticas fuertemente proisraelíes, declarando Jerusalén capital de Israel y trasladando allí la embajada estadounidense desde Tel Aviv. Revirtió así décadas de política oficial estadounidense y, a la vez, la medida animó a la base cristiana evangélica de Trump, un grupo de votantes republicanos fundamental.

Estos movimientos -que Biden no ha deshecho-, fueron vistos por los palestinos como una toma de partido en la muy controvertida cuestión del estatus de Jerusalén.

El gobierno de Trump apoyó los asentamientos judíos en la Cisjordania ocupada, que la gran mayoría de la comunidad internacional considera ilegales según el derecho internacional, aunque Israel lo niega.

Los palestinos boicotearon a la administración Trump por el abandono de Washington de su reivindicación sobre Jerusalén. Y quedaron aún más aislados cuando Trump medió en los llamados "Acuerdos de Abraham", que supusieron un acuerdo histórico para normalizar las relaciones diplomáticas entre Israel y cuatro países de la Liga Árabe: Bahréin, los Emiratos Árabes Unidos, Sudán y Marruecos.

Lo hizo sin que Israel tuviera que aceptar un futuro Estado palestino independiente junto a él -la llamada solución de los dos Estados-, anteriormente una condición de los países árabes para un acuerdo regional de este tipo.

En su lugar, los países implicados obtuvieron acceso a armamento avanzado estadounidense a cambio de reconocer a Israel.

Los palestinos quedaron en uno de los puntos más aislados de su historia por la única potencia que realmente puede ejercer influencia sobre ambas partes en el conflicto, lo que erosionó aún más su capacidad de protegerse sobre el terreno.

Los críticos sostienen que su política tuvo un efecto desestabilizador en la región.

Sin embargo, algunos piensan que Trump alberga rencor contra Benjamin Netanyahu desde las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020, cuando el primer ministro israelí llamó para felicitar a Biden mientras Trump todavía estaba impugnando los resultados.

A raíz de los ataques del 7 de octubre de 2023, Trump dijo que Netanyahu "no estaba preparado" para un ataque de Hamás y calificó a Hezbolá, el grupo islamista militante en el Líbano, de "inteligente", lo que desató la ira entre los republicanos partidarios de Israel.

Aunque Trump mantiene su énfasis en el historial de apoyo a Israel que tiene, ahora dice que el país debe "terminar lo que empezó" contra los militantes de Hamás en Gaza, pero "acabar con esto rápido" porque está "perdiendo la guerra de relaciones públicas".

Los aliados de Trump han descrito a menudo su imprevisibilidad como una baza diplomática, pero en un Medio Oriente altamente disputado y volátil, en medio de una crisis que ya alcanza proporciones históricas, no está nada claro cómo se desenvolvería.

Trump tendrá que decidir cómo -o si- sacar adelante el estancado proceso diplomático lanzado por la administración Biden para conseguir un alto el fuego en Gaza a cambio de la liberación de los rehenes en manos de Hamás.

Le dijo a la revista Time que, en una guerra entre Irán e Israel, "protegería a Israel", pero no ha dado muchos detalles sobre sus planes para tratar con Irán.

Como presidente, sacó a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán, aumentó las sanciones y autorizó un ataque que mató al comandante militar más poderoso de Irán, Qasem Soleimani.

Info: BBC