¿Más presión para los dólares libres?: el BCRA desacelera las compras y hay preocupación por la cosecha gruesa
La autoridad monetaria continúa comprando divisas en el MULC, aunque con una moderación marcada en comparación a las semanas previas
En la primera rueda de la semana, el dólar blue comenzó el lunes con una suba de diez pesos, a $1.235 en las cuevas del microcentro porteño. En el segmento bursátil, el dólar contado con liquidación se negocia a $1.284 y el MEP se ofrece en $1.253.
En el complejo tablero económico de Argentina, la cosecha gruesa es una pieza clave que aún no encuentra su tendencia definitiva. A pesar de las condiciones climáticas favorables que permitieron una normalización de la cosecha de soja durante mayo, los analistas observan con cautela un leve retraso en la comercialización para la exportación. Este fenómeno no es menor, ya que la liquidación de la cosecha gruesa es un factor determinante para la estrategia cambiaria y monetaria del país a corto plazo.
Los expertos señalan que la liquidación agrícola no está traccionando como se esperaba, incluso en su pico estacional. La cifra de liquidación de mayo, aunque superior a la de abril, se mantiene un 24% por debajo del promedio histórico para el mes. Esto sugiere que, más allá de la disponibilidad de la cosecha, que está prácticamente finalizada en la zona núcleo, existe una reticencia por parte de los productores a vender su producción a los exportadores.
Esta situación pone en jaque la recuperación de las Reservas Internacionales y la contención de la brecha cambiaria. La estrategia actual del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que incluye un crawling peg al 2% mensual, busca acotar las expectativas de devaluación y anclar la inflación. Sin embargo, la sostenibilidad de este esquema depende en gran medida de la liquidación agrícola, que hasta el momento no ha logrado enamorar a los mercados.
La reducción sistemática de tasas de interés y el propio dólar blend son factores que han desincentivado una oferta extra del agro que permita compensar la moderación en la oferta de dólares proveniente de otros sectores de la economía. En este contexto, los analistas advierten que el esquema actual podría no ser suficiente para mantener el equilibrio deseado en el mercado cambiario.
La gruesa y las primeras señales de alerta
De acuerdo con un informe de la consultora Ecolatina, la última semana estuvo signada por un retroceso de las presiones cambiarias, con una brecha que se estabilizó (aunque a niveles mayores a los registros previos al rally alcista) al tiempo que los futuros de dólar se movieron en consonancia. En este marco, el BCRA continuó comprando divisas en el MULC, aunque con una moderación en comparación a las semanas previas.
En este sentido, señalaron que, si bien hubo un clima más amigable que permitió una normalización de la cosecha de soja durante mayo y se tradujo en liquidaciones al alza y ubicadas en línea con el promedio de las últimas cinco campañas, la comercialización de soja para la exportación se encuentra levemente retrasada.
Por esta razón, estimaron que la autoridad monetaria podría apuntar a continuar bajo el statu quo actual, con una liquidación de la gruesa apuntando a "normal" que permita sostener el saldo positivo en el MULC y mantener la brecha cambiaria a raya, en el marco del sostenimiento de un crawling peg al 2% mensual para acotar las expectativas de devaluación y anclar la inflación.
"Ahora bien, una vez superada la temporada alta de la liquidación, se abre el interrogante en torno a qué tan sostenible es el esquema actual sin el agro aportando dólares para recomponer reservas y contener la brecha", indicaron.
¿Arranca o no arranca la cosecha gruesa?
Según el bróker Portfolio Personal Inversiones, la liquidación del agro no termina de traccionar, a pesar de estar en su pico estacional y detallaron que si bien hubo un aumento entre abril y mayo de un promedio de u$s95 millones diarios a u$s120 millones, la cifra de mayo se ubica 24% por debajo de la media histórica del mes de u$s158 millones en términos constantes (2003-2023).
"A diferencia de lo que ocurrió en abril que la trilla estaba retrasada por incesantes lluvias, hoy hay cosecha. Mirando la evolución de la cosecha de soja, dado que se exporta casi en su totalidad a diferencia del maíz, detectamos que está prácticamente finalizada en la zona núcleo", indicaron.
En este sentido, advirtieron que, en base a los números provistos por la Bolsa de Cereales, el avance de la cosecha de soja en la zona núcleo es de 93,7%, ubicándose por encima del nivel nacional de 86%. Por ende, no es que falta stock, sino que los productores estarían reacios a vendérselo a los exportadores.
"Dicho de otra manera, los exportadores no tienen qué liquidar porque los productores no quieren vender. En esta línea, en base a los últimos datos provistos por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, se comercializó 36,3% de la producción de soja (estimada en 50 MTn), ubicándose por debajo del promedio de las últimas cinco campañas de 41,7% para la 21° semana del año. Del monto comercializado, 60,3% falta fijarle precio, superando la media de los últimos cinco años de 53,7%", concluyeron.
El campo, clave para la estrategia de Caputo
Para Ecolatina, hay dos razones por las que la liquidación de la cosecha gruesa se ubica en el centro de la escena dado que es fundamental para la sostenibilidad de la estrategia cambiaria-monetaria en el corto plazo
En primer lugar, porque se pondrá en juego la recuperación de las Reservas Internacionales necesarias para la eventual unificación cambiaria, en un contexto de aumento de demanda divisas por importaciones fruto del esquema de acceso escalonado al MULC.
Y, en segundo lugar, al menos en los próximos meses, despejaría los peligros de una mayor nominalidad, dado que nutriría de una mayor oferta a los dólares financieros, lo cual contendría la brecha cambiaria y contribuiría a despejar expectativas de devaluación.
En este contexto, desde la consultora apuntaron que la liquidación del agro llegó, pero no enamora. A pesar de la mayor liquidación del agro en las últimas ruedas, las compras del BCRA fueron apenas u$s115 millones, la menor compra semanal desde el cambio de mandato y en el medio de la cosecha gruesa, que estiman que se debe a una moderación en la oferta de dólares proveniente del resto de los sectores de la economía.
"El esquema actual no parecería ser suficiente para incentivar una oferta extra del agro que permita compensar. Por un lado, la reducción sistemática de tasas de interés descartó la opción de acelerar el ritmo del crawling peg del 2% mensual y, a su vez, generó más atractivos para financiarse en pesos y postergar la liquidación. Por otro lado, el propio dólar blend afecta a la cantidad de divisas que podría hacerse la autoridad monetaria bajo condiciones normales e introducir modificaciones conlleva riesgos que no aseguran un influyo mayor de divisas a las arcas del central", concluyeron.
Info: Marcos Phillip