¿Piel grasa? Así evitarás los brillos, granos y puntos negros
Para mejorar la apariencia de la piel grasa y combatir los indeseables brillos, granitos y puntos negros, pon en práctica estos consejos básicos.
Los brillos, granitos y puntos negros son algunos de los problemas estéticos que sufren las pieles grasas. Para mejorar su apariencia y controlar los síntomas ficha estos consejos. Con paciencia y constancia conseguirás equilibrar tu piel.
1. Si tu piel sufre acné, consulta antes de usar cualquier producto cosmético con tu dermatólogo, él mejor que nadie sabe lo que tu piel necesita tras elaborar un diagnóstico sobre la misma.
2. Para lucir una piel saludable es primordial descansar bien. No olvides dormir 8 horas diarias.
3. La limpieza facial es esencial. Realízala tanto de día como de noche, con algún producto específico para este tipo de pieles con movimientos circulares. Se recomienda no usar jabón, ya que puede resecar aún más la piel. Recuerda que los cutis grasos también necesitan mantenerse hidratados.
4. Tras la limpieza, utiliza un tónico astringente para reducir el exceso de grasa, así como para evitar que se formen espinillas y otras impurezas. También te ayudará a controlar los brillos.
5. Aplica mascarillas con regularidad, siempre sobre la piel limpia y sin llegar a la media hora tras su aplicación. También es conveniente realizar un peeling de vez en cuando, como manera más sencilla de eliminar las células muertas.
6. Cuida tu alimentación, eligiendo una dieta rica en frutas, verduras, carnes bajas en grasa como el pollo o el pavo y mucha fibra. Evita los alimentos ricos en azúcar, el alcohol y las carnes rojas.
7. La meticulosidad en la higiene es imprescindible. Intenta no tocarte la cara con las manos sucias y tenerlas siempre limpias a la hora de aplicar cualquier crema o loción. Tampoco toques los granitos si no quieres provocar una inflamación y posterior infección o aparición de impurezas.
8. Por último, practica ejercicio siempre que puedas, ya que están demostrados sus beneficios en la piel, especialmente el aeróbico. El sudor ayuda a eliminar toxinas y mantenerse en un peso saludable, siempre positivo para la elasticidad y tersura de la piel.